RIGI: cuáles son los sectores estratégicos con los que se busca atraer inversiones
El Gobierno identificó 5 sectores clave mediante los cuales se busca que las industrias despeguen con el impulso de grandes capitales.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) está en el centro de la discusión, y el oficialismo busca que el Senado lo apruebe tras la aprobación en Diputados, aunque considera realizar cambios para lograr consenso.
El régimen se enfoca en cinco sectores clave: energía, infraestructura, agro, minería y economía del conocimiento, con el objetivo de impulsar inversiones de más de USD 200 millones con ventajas impositivas, libre disponibilidad de divisas y facilidades a 30 años.
En el caso energético, se busca desarrollar el gas natural licuado (GNL) para convertirlo en un sector clave, similar al complejo sojero. YPF ve en este régimen una oportunidad para dar seguridad jurídica, fiscal e impositiva a su proyecto con Petronas, que requiere USD 50.000 millones para infraestructura de GNL.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, destacó la importancia del RIGI para el proyecto, que permitirá exportar gas de Vaca Muerta y resolver los problemas de divisas del país. La asociación con un socio fuerte es fundamental, ya que se trata de una obra faraónica con una proyección de exportaciones significativa para los próximos 30 años.
En tanto, Marcos Bulgheroni, Group CEO de Pan American Energy (PAE), explicó a Clarin el potencial de Vaca Muerta: “Tiene recursos equivalentes a seis veces el consumo de energía de la Argentina en los próximos 20 años, incluyendo las exportaciones regionales y los proyectos para el desarrollo del GNL”.
“Tenemos el desafío de hacer de la Argentina un polo exportador. Se necesita un marco estable no solo para los jugadores locales, sino también para los de afuera, para así competir con países como los Estados Unidos. El contexto local no es suficiente para estos proyectos, se debe atraer financiamiento externo”, señalaron desde el sector.
Y agregaron: “Los desembolsos que se calcula que se necesitan triplican las inversiones de la industria en un solo año de US$ 10.000 millones. Y el repago es a largo plazo, entre ocho y 10 años. Por eso, deben estar resguardadas. Esto generaría superávit de la balanza energética y empleo de calidad”.
En el sector de hidrocarburos, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, destacó que “se debe aprobar el capítulo de hidrocarburos y el RIGI, un despegue para Vaca Muerta y el país”.
En infraestructura, se busca aliviar el cuello de botella en la evacuación de crudo en Vaca Muerta, con proyectos como el oleoducto de Shell, PAE y Pluspetrol, y el de Oldeval.
Además, se espera que para septiembre esté lista la Reversión del Gasoducto Norte, clave para llevar gas a provincias del norte y oeste, sustituir importaciones de Bolivia y exportar a Brasil.
En el sector agropecuario, hay proyectos en espera, como Los Azules en San Juan, de la canadiense McEwen Copper. La Fundación Barbechando planteó la necesidad de que las pymes nacionales estén alcanzadas por las medidas de incentivo.
Según la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), el RIGI es esencial para ponerlos en marcha con un marco de certidumbre: “Es fundamental para que se concreten inversiones en cobre, litio, oro y plata, que permitirían triplicar las exportaciones con competitividad, un plan de largo plazo y generación de empleo para el desarrollo de zonas que no cuentan con otras industrias”.
A su vez, se estiman inversiones cercanas a USD 25.000 millones hacia 2030. Hay distintos escenarios: el litio en pleno desarrollo con fuerte participación de proveedores locales, el cobre con el inicio demorado de proyectos de envergadura, y la mayoría de yacimientos de oro y plata (que representan el 70% de las exportaciones) en declive productivo.
En el caso de la economía del conocimiento, fue una de las pocas industrias que creció en 2023, aunque perdió competitividad por la inestabilidad y la creciente fuga de talento. El año pasado, tuvo otro récord histórico: aumentó un 2,9% sus exportaciones, alcanzando los USD 8.104 millones, con un saldo positivo en el comercio exterior de USD 384 millones, y generó un 3,6% más de empleo.
La economía del conocimiento ocupa el tercer puesto en las exportaciones del país, detrás del campo y el complejo automotriz, con un 9,7% del total y un 7,3% del empleo registrado, con 494.000 puestos laborales, principalmente en servicios profesionales, informática y software.
Además de los servicios que proveen las filiales locales de multinacionales o trabajadores autónomos para el exterior, el plan es convertir al país en un polo exportador de ciencia, con desarrollos y estudios de vanguardia en tratamientos y vacunas.
Por ejemplo, la inversión anual en actividades de innovación ronda los USD 91,4 millones por parte de empresas de biotecnología y USD 1,8 millones en nanotecnología, según la Cámara Argentina de Biotecnología. El país es también uno de los líderes de la región en investigación clínica, con más del 40% de la inversión del empresariado argentino.