Borussia Dortmund firmó un acuerdo de patrocinio con un fabricante de armas de guerra

El club alemán generó controversia tras firmar un acuerdo de patrocinio con la armamentista Rheinmetall. Mientras tanto, en el Inter de Milán se prevé un conflicto legal debido al forzado cambio de dueños.

La relación entre el fútbol y los negocios ha sido una constante a lo largo del tiempo. En las últimas décadas, esta asociación se ha vuelto más compleja y sofisticada, siempre dentro de un marco legal que no ha estado exento de controversias.

En Argentina, la discusión actual sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) refleja este fenómeno global, que tiene su mayor expresión en Estados Unidos y Europa.

Recientemente, dos clubes europeos reavivaron el debate sobre la influencia del capital privado en las instituciones deportivas.

Por un lado, el Borussia Dortmund, que jugará la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, anunció un acuerdo de patrocinio con el fabricante alemán de armas Rheinmetall.

Rheinmetall se dedica a la producción y venta de armamento, incluyendo obuses, material para carros de combate, armas, sistemas de defensa y municiones, equipamiento similar al utilizado en el conflicto entre Ucrania y Rusia.

El acuerdo, que durará tres años, incluye el uso de espacios publicitarios en el estadio del Dortmund y en las conferencias de prensa, según informó Rheinmetall en un comunicado.

“El logo de Rheinmetall será visible por primera vez durante la preparación del Borussia Dortmund para la final de la Liga de Campeones”, anticipó la compañía que es el mayor fabricante de armas de Alemania y el décimo en Europa.

Lo sorprendente, más allá del acuerdo económico (cuyo monto no fue revelado), fue la alineación de criterios entre el club y la compañía en materia de defensa, según expresaron sus principales directivos.

Armin Papperger, CEO de Rheinmetall, describió la asociación con el Borussia Dortmund como una unión entre socios con ambiciones, actitudes y antecedentes compatibles. Según él, “el BVB es un club del corazón de Renania del Norte-Westfalia y destaca como ningún otro por la búsqueda del máximo rendimiento y el éxito internacional”.

Por su parte, Hans-Joachim Watzke, presidente del consejo de administración del Borussia Dortmund, destacó que “la seguridad y la defensa son pilares fundamentales de la democracia”. Con esta asociación, el club reconoce la importancia social de estas cuestiones.

Recientemente, el fondo de inversión estadounidense Oaktree adquirió de manera hostil el control del Inter de Milán, equipo en el que juega el argentino Lautaro Martínez y que se consagró campeón de la liga italiana en la última temporada.

Esta adquisición se produjo después de que el propietario chino, Suning, no lograra cumplir a tiempo con el pago de una deuda de aproximadamente 400 millones de euros.

Se espera que haya una disputa legal por parte del expresidente del Inter, Steven Zhang, quien acusó al fondo estadounidense de “comprometer la estabilidad financiera” del club, y aseguró que Suning había “puesto todo en marcha para encontrar una solución amistosa” con Oaktree.

Durante la gestión de Zhang, el Inter ganó dos títulos de liga, dos Copas de Italia y tres Supercopas, llegando a disputar finales tanto de la Europa League como de la Champions League.

Con la entrada de Oaktree en el Inter, varios clubes italianos de la Serie A tienen gestión de fondos estadounidenses, como el Milan (RedBird), Roma (Dan Friedkin), Atalanta (55% propiedad de un grupo liderado por Stephen Pagliuca), Fiorentina (Rocco Commisso), Genoa (777Partners) y Parma (Krause Group), entre otros.

En Argentina, el debate sobre la entrada de capitales privados a los clubes se intensificó cuando el gobierno de Javier Milei impulsó una iniciativa a través de un decreto de necesidad y urgencia, que modificaba la ley de sociedades para permitir que los clubes de fútbol se convirtieran en Sociedades Anónimas Deportivas con el apoyo de dos tercios de sus socios.

Aunque la Asociación del Fútbol Argentino se opuso desde el principio, otros dirigentes, como Andrés Fassi, presidente de Talleres, vieron con buenos ojos esta posibilidad.

El Estatuto de la AFA estipula que los clubes deben ser “Asociaciones Civiles sin fines de lucro” para participar en sus competencias.

Algunos dirigentes, como Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata, prefirieron una postura intermedia, sin tomar partido, pero sin descartar la participación del capital privado en el desarrollo de los clubes.

En Argentina, surgió un nuevo elemento que está siendo analizado legalmente por los clubes: la tokenización de los derechos formativos de los jugadores, a través de la fintech Win Investment, que permite invertir en jugadores y obtener ganancias con sus transferencias mediante blockchain.

Por el momento, solo tres clubes argentinos han experimentado con esto: Independiente de Avellaneda, Argentinos Juniors y CAI de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, la FIFA impone restricciones en el manejo de los derechos económicos de los jugadores, lo que limita este modelo de negocio.

La normativa de la FIFA, específicamente el artículo 18 del reglamento referido específicamente a “Propiedad de los derechos económicos de jugadores por parte de terceros”, establece: “Ningún club o jugador podrá firmar un contrato con un tercero que conceda a dicho tercero el derecho de participar, parcial o totalmente, del valor de un futuro traspaso de un jugador de un club a otro, o que le otorgue derechos relacionados con futuros fichajes o con el valor de futuros fichajes”.

Y aclara: “La Comisión Disciplinaria de la FIFA podrá imponer medidas disciplinarias a los clubes y jugadores que no cumplan las obligaciones estipuladas en este artículo”.

Los expertos señalan que “para la FIFA los derechos económicos sólo pueden ser propiedad de los clubes o del propio jugador, pero nunca de terceros”. Y enfatizan que “en materia de blockchain aplicado a esta actividad existe un gran vacío legal que deja lugar a muchas interpretaciones que deberán ser convalidadas o no en algún momento cuando se complete ese vacío, pero el plazo es incierto, ya que puede demorar 10 semanas, 10 meses o 10 años. Todo depende de la FIFA”.

En el contexto argentino, los clubes deben tener precaución al generar ingresos que puedan afectar su situación fiscal, ya que perder la exención sobre Ganancias podría poner en riesgo su estabilidad económica.

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