Las criptomonedas y su rol en la campaña electoral de Estados Unidos

Con 50 millones de estadounidenses en posesión de activos digitales, los llamados «criptovotantes» se han convertido en un grupo demográfico clave. 

A medida que Estados Unidos se acerca a las elecciones presidenciales del martes 5 de noviembre, la industria de las criptomonedas juega un papel crucial en la financiación de las campañas políticas, tanto de Donald Trump como de Kamala Harris.

Actualmente, representan el 50% del gasto corporativo de los Comités de Acción Política (PAC), lo que equivale a una recaudación de 183 millones de dólares, según datos de followthecrypto.org. Este nivel de financiamiento no es insignificante, ya que influye directamente en las estrategias y mensajes de campaña de los principales candidatos.

La próxima administración, independientemente de quién sea, tendrá la tarea de definir el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos. Con 50 millones de estadounidenses en posesión de activos digitales, los llamados «criptovotantes» se han convertido en un grupo demográfico clave. 

Históricamente, los republicanos han recibido más apoyo de la industria de las criptomonedas, dada la asociación de estas con una ideología libertaria que promueve la descentralización y la autonomía financiera. 

Sin embargo, los demócratas también están recibiendo apoyo de los PAC de activos digitales, que han solicitado una mayor supervisión de la industria, incluyendo los riesgos financieros que conlleva y sus tácticas de marketing.

Kamala Harris, representante demócrata en esta contienda, ha recibido respaldo de ciertos sectores de la industria que buscan una regulación más equilibrada, que combine innovación con seguridad financiera. Esta conexión surge del hecho de que el presidente demócrata, Joe Biden, ha implementado medidas para regularizar y supervisar los activos digitales.

En este contexto, la inclinación estadounidense hacia los ideales libertarios se encuentra ahora con la cuestión del futuro de los activos digitales. La tendencia política se está orientando cada vez más hacia una regulación sensata que vigile tanto el uso indebido como las prácticas de marketing de las criptomonedas. Para ello, será necesario contar con numerosos proyectos de ley favorables a las criptomonedas en circulación en el Capitolio.

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