Las reservas sólo suben USD 2.000 millones, ¿dónde están el resto de los dólares?

Según estimaciones privadas, el 70% del efectivo blanqueado permanece en los tesoros de los bancos, mientras que sólo el 30% fue transferido al Banco Central de la República Argentina (BCRA) y contabilizado en las reservas internacionales, lo que explica el modesto incremento.

El Gobierno ha decidido no utilizar los dólares provenientes del blanqueo para financiarse, incluso si no logra reunir el monto necesario para enfrentar los próximos vencimientos de bonos. El ministro de Economía, Luis Caputo, descartó la posibilidad de emitir letras en dólares para captar parte de esos fondos, como se había especulado en el mercado.

Caputo afirmó que su intención es que ese capital se destine a incrementar los créditos al sector privado. Se estima que el monto blanqueado supera los u$s12.000 millones, aunque por ahora no se han registrado movimientos significativos desde las cuentas especiales.

En el primer día en que los contribuyentes que blanquearon durante septiembre pudieron acceder a sus fondos, se retiraron apenas u$s154 millones. Aunque se espera algún retiro adicional durante la prórroga del blanqueo, que finaliza el 31 de este mes, no se prevé que sea significativo, ya que la mayoría de los interesados ya realizó la declaración. Es posible que algunos contribuyentes, debido a problemas operativos o falta de confianza, aún decidan ingresar sus fondos.

Al 1° de octubre, el total de dólares en las cuentas bancarias era de $31.367 millones, de los cuales unos u$s3.400 millones estaban en plazos fijos, con aproximadamente u$s2.000 millones a plazos de entre 30 y 60 días.

Caputo espera que, bajo las condiciones actuales del cepo y con un tipo de cambio que el mercado considera retrasado, haya una mayor oferta de crédito en dólares para el mercado interno, lo que beneficiaría a las empresas. Actualmente, las compañías de primera línea están obteniendo financiamiento externo a tasas del 8,5% anual en dólares, por lo que el objetivo es que las tasas locales sean unos puntos más bajas.

De este modo, las empresas podrían acceder a financiamiento más barato, mientras que los bancos tendrían la oportunidad de ofrecer mejores opciones de crédito al consumo. Caputo considera que los fondos que salieron del ahorro informal deberían ahora contribuir a reactivar una economía que sigue estancada, sin la recuperación en forma de “V” que el oficialismo había anticipado al inicio de su gestión.

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