Argentina alcanza un récord de exportaciones de aceite y subproductos de girasol tras 18 años  

La industria de girasol procesó 3,2 millones de toneladas en la campaña 2023/24, marcando un hito histórico en la exportación de productos derivados.

El mercado del girasol atraviesa un momento clave, con exportaciones que han alcanzado niveles sin precedentes desde 2006. Este fenómeno ha sido impulsado por la escasez internacional de aceites vegetales, lo que ha permitido al país fortalecer su posición en el comercio global, aumentando tanto el volumen como el precio de sus exportaciones.

Para la campaña mundial 2024/25, se prevé una caída del 10% en la producción de girasol, especialmente en Rusia y Ucrania, responsables de aproximadamente el 70% de las exportaciones globales de aceite de girasol.

Esta contracción en la oferta, sumada a políticas en mercados clave como Indonesia y Estados Unidos que priorizan el uso de aceites vegetales para biocombustibles, ha reducido el saldo exportable global de estos productos.

Como resultado, los precios han experimentado un alza significativa. El aceite de girasol FOB argentino, por ejemplo, aumentó un 45% desde principios de año, llegando a los u$s1.140 por tonelada, su valor más alto desde febrero de 2023.

En la campaña 2023/24, la industria nacional procesó 3,2 millones de toneladas de girasol, cifra que se mantiene en línea con el promedio de los últimos cinco años. Sin embargo, el 70% de esta producción se destinó al mercado externo, lo que representa un 13% más que el promedio histórico.

Hasta octubre, se exportaron 989.000 toneladas de aceite y 961.800 toneladas de subproductos, lo que ubica esta campaña entre las de mayor volumen exportado en casi dos décadas.

Los registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) muestran un récord de negocios, con 1 millón de toneladas de aceite y 1,1 millones de toneladas de subproductos comercializados hasta inicios de noviembre.

A pesar del fuerte desempeño exportador, el consumo interno ha mostrado cierta estabilidad. Las compras locales de girasol llegaron a 2,6 millones de toneladas, lo que representa el 70% de la producción estimada para este año, pero 11 puntos porcentuales por debajo del promedio de la última década.

Este rezago puede atribuirse a un crecimiento moderado en el procesamiento industrial interno, que solo aumentó un 16% en comparación con el promedio de los últimos diez años, mientras que las exportaciones crecieron un 45%.

El panorama a futuro es prometedor. Los compromisos de exportación para la próxima campaña ya ascienden a 401.000 toneladas, el volumen más alto en tres años, con precios iniciales que rondan los 1.180 dólares por tonelada. Este dinamismo, sumado al alto nivel de contratos para la actual campaña, marcó un octubre destacado en términos de actividad comercial.

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