Se suspendió el tratamiento del Presupuesto 2025
Frente a las demandas de los gobernadores, el oficialismo suspendió el dictamen del proyecto. Con plazo hasta el 30, las provincias deberán definir si respaldan la propuesta oficial para habilitar un llamado a sesiones extraordinarias.
El Gobierno decidió suspender la hoja de ruta para el tratamiento del Presupuesto 2025, dejando en incertidumbre a los gobernadores y posponiendo la reunión de dictamen prevista para este martes. Ahora, el avance del proyecto dependerá de que los mandatarios provinciales reduzcan sus demandas al Ejecutivo y acepten aprobar la propuesta oficialista. De lo contrario, el Gobierno podría optar por no convocar sesiones extraordinarias y prorrogar nuevamente el Presupuesto 2023, dejando acorralada a la oposición.
La decisión del Gobierno responde a un intento de bloquear un dictamen alternativo impulsado por los gobernadores en colaboración con bloques opositores, incluido el PRO. Ante la falta de consenso, el oficialismo suspendió la reunión, sorprendiendo incluso a sus aliados de La Libertad Avanza, quienes fueron notificados de la cancelación por correo electrónico.
Desde la UCR admitieron que aún no habían definido si avanzar con un texto alternativo o incorporar cambios en disidencia, pero la mera amenaza de hacerlo generó tensiones. “No vamos a ceder con ninguno de los pedidos de los gobernadores, a menos que nos digan de dónde piensan sacar la plata. Es simple: si hay acuerdo, llamamos a extraordinarias y lo sacamos, sino prorrogamos el de 2023“, señalaron. Además, enfatizaron: “Si forzamos un presupuesto que después (el presidente Javier) Milei va a vetar, tampoco nos conviene”.
Un punto clave del Presupuesto es un artículo introducido por el ministro de Economía, Luis Caputo, que otorga al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la discrecionalidad para ejecutar convenios de obras públicas firmados tras acuerdos de traspaso, asegurando proyectos no incluidos en el plan inicial. Sin embargo, desde el PRO critican esta estrategia.
“Están tejiendo acuerdos paralelos para no tener que hacer una negociación macro con el Presupuesto. Acuerdos con gobernadores, intendentes que tienen diputados propios, cada provincia tiene sus propios intereses y cada uno negocia por su cuenta”, argumentó el PRO.
Desde el bloque peronista confirmaron que los gobernadores han pedido mantener la situación en pausa, preocupados por las posibles repercusiones de un rechazo opositor al DNU 846, que regula el canje de deuda en dólares sin autorización del Congreso. Aunque la oposición considera que anular este DNU fortalecería a las provincias en la negociación presupuestaria, los gobernadores temen que esto perjudique más que beneficie sus intereses.
El Gobierno, al mantener el Presupuesto en suspenso hasta el fin de las sesiones ordinarias el 30 de noviembre, podría evitar que la oposición avance en su agenda. Con sesiones extraordinarias, se retomaría el debate sin riesgo de que la oposición tome la iniciativa.