Lula propone exenciones fiscales y ajustes en el gasto público
El plan fiscal de Brasil busca aliviar la carga impositiva de los trabajadores con ingresos de hasta 5.000 reales mensuales (US$844,5), mientras avanza con recortes en el gasto público para equilibrar las cuentas.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sumado una medida de reducción del impuesto sobre la renta a su esperado plan de recorte del gasto público. Esta decisión ha generado inquietud sobre el déficit presupuestario, desencadenando una fuerte caída en la moneda, las acciones y los bonos brasileños.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien previamente se opuso a la inclusión de esta medida, ahora se prepara para presentarla junto con los recortes de gastos. Según fuentes internas, Haddad detallará el paquete en una conferencia de prensa programada para este jueves, luego de un mensaje grabado que Lula dirigirá a la nación este miércoles.
La propuesta fiscal, que exime del impuesto sobre la renta a trabajadores con salarios de hasta 5.000 reales mensuales (aproximadamente 844,5 dólares), busca cumplir una promesa de campaña de Lula. El diario O Globo fue el primero en reportar la inclusión de esta medida en el anuncio.
El impacto en los mercados fue inmediato: el real se depreció hasta un 2%, marcando su peor desempeño desde 2020 y posicionándose como la moneda emergente con peor rendimiento del día. Las acciones cayeron a mínimos intradía y las tasas swap aumentaron más de 50 puntos básicos.
“Poner recortes de impuestos en el proyecto de ley de reducción del gasto está alterando los mercados”, señaló Greg Lesko, director gerente de Deltec Asset Management LLC. Según Lesko, los inversores están atentos a los “detalles de los recortes del gasto, pero es difícil cerrar la brecha fiscal de esta manera”.
Inicialmente, se esperaba que el Gobierno brasileño anunciara los recortes de gastos tras las elecciones locales a principios de mes. Sin embargo, los retrasos han incrementado la preocupación de los inversores. Informes recientes indicaron que las votaciones en el Congreso sobre las reducciones podrían aplazarse hasta el próximo año, generando caídas adicionales en los activos locales.
Los mercados exigen señales de austeridad tras el aumento del gasto público bajo la administración de Lula, orientado a mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora.