El Banco Mundial destinará USD 1.000 millones para financiar programas sociales en Argentina
El préstamo aprobado se destinará a fortalecer el desarrollo de la primera infancia y la alfabetización. Las ayudas se enfocarán en embarazadas y niños, con el objetivo de mejorar el capital humano del país.
El Gobierno aprobó dos contratos de préstamo con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), una entidad del Banco Mundial, por un total de USD 1.000 millones. Estos fondos se destinarán a financiar dos programas clave impulsados por el Ministerio de Capital Humano.
Cada contrato, de USD 500 millones, financiará un proyecto diferente. El primero, denominado “Desarrollo Integral de la Primera Infancia”, está establecido en el decreto 1070/2024. Su objetivo es “mejorar la efectividad y eficiencia de los programas de transferencias monetarias para poblaciones vulnerables, incluyendo mujeres embarazadas y niños de hasta 48 meses, y aumentar su acceso a servicios de desarrollo de primera infancia en áreas focalizadas de la República Argentina”.
Este proyecto se desarrollará en cuatro áreas principales:
1) Mejoramiento de los programas de transferencias monetarias para los hogares con embarazadas y niños de hasta 48 meses;
2) Mejoramiento del acceso de la población más vulnerable a servicios priorizados de primera infancia;
3) Fortalecimiento de la integración de los sistemas de información del capital humano;
4) Apoyo al Ministerio de Capital Humano en la gestión del Proyecto.
La ejecución del proyecto estará a cargo del Ministerio liderado por Sandra Pettovello, mientras que la supervisión técnica recaerá en la ANSES, la Subsecretaría de Políticas Familiares y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
El segundo contrato financiará el programa “Apoyo a la Política Federal de Mejora de la Alfabetización Inicial”, contemplado en el decreto 1071/2024. Este programa busca mejorar la alfabetización inicial y fortalecer la coordinación entre los niveles nacional y subnacional en materia educativa.
La operación se divide en dos componentes:
1. Mejorar la calidad de la alfabetización inicial y reforzar los sistemas federales de financiamiento, información y evaluación.
2. Apoyar el diseño y planificación de políticas educativas, además de la gestión, seguimiento y evaluación del programa.
La Secretaría de Educación será la responsable de ejecutar esta iniciativa, con el respaldo administrativo y financiero de la Dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales de Educación.