Propiedades “en pozo”: crece la alerta ante las estafas por falta de control estatal
El abogado penalista Jorge Monastersky reclamó una supervisión más estricta de las empresas constructoras ante el aumento de los fraudes inmobiliarios.
La dificultad de acceder a una vivienda propia debido a los altos precios en el mercado ha llevado a muchas personas a considerar la opción de comprar una propiedad en construcción. Esta modalidad –conocida como propiedades “en pozo”– implica invertir dinero durante la edificación y recibir la propiedad una vez que esté terminada.
Sin embargo, esta alternativa conlleva riesgos significativos de estafa, principalmente debido a la falta de controles oficiales. El abogado penalista Jorge Monastersky ha advertido sobre este problema, señalando un aumento en las consultas relacionadas en los últimos años.
“Cuando una desarrolladora adquiere un lote, el principal objeto es construir un edificio. Sacan unos permisos, pero solo es para edificar. En el medio, la gente confía y el Estado, históricamente, está ausente”, explicó el letrado.
A su vez, Monastersky también destacó que tanto las autoridades locales como nacionales “no controlan que se vayan cumpliendo los plazos otorgados” por las empresas constructoras, lo que a menudo resulta en grandes fraudes comerciales.
En caso de recurrir a la Justicia, según el experto, estas situaciones suelen considerarse “como un tema comercial y no penal, es decir, que no hubo intención de dolo”, lo que dificulta la condena por estafa. De esta forma, las empresas constructoras, en muchos casos, utilizan ofertas engañosas para atraer a inversores que luego pierden su dinero debido a la falta de intervención estatal.
“Los boletos no tiene una obligación de inscribirlos, para tener una certeza que ese boleto es titular de una unidad funcional de un edificio y no existe otro”, denunció.
Y concluye: “El Estado tiene que poner pautas de control para estas constructoras, no solamente si cumple con la función. Las que no cumplen determinados tiempos, quitarle la licencia. Hoy no hay control de nada”.